domingo, 11 de octubre de 2020

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Costa País Vasco 2020 en camper



Había que estrenar la furgo y, de paso, aprovechar los últimos estertores del verano. Así que la propuesta de hacer un road trip a lo largo de la costa vasca era una opción a tener muy en cuenta. Un viaje cortito todos juntos, aunque cortito sólo para empezar, porque después yo me apeaba en la frontera  con Francia y "el resto de la tripulación" seguiría viaje con destino Italia (Pescara).

Furgoneta nueva, "nueva" para nosotros, porque ya arrastra unos cuantos años encima, ni más ni menos que 28 años. Pero tanto su espírutu como el nuestro se mantiene desde siempre muy joven, con ganas de hacer muhcos kilómetros, disfrutar de la carretera y coleccionar un montón de buenas experiencias.




En primer lugar, había que bautizar a nuestra nueva nueva amiga Volkswagen California t4, así que los niños se encargaron del asunto: MARIA CANDELARIA ROCIO JIMENEZ. En segundo lugar, una vez resueltos los correspondientes "papeleos" (transferencia, seguro, etc.), y de pasar la pertinente revisión mecánica, realizamos un periplo por Carrefour, Decathlon... para equiparnos como es debido (cocina, menaje, mesa y sillas plegables...).




Ya teníamos todo listo para partir, la furgo cargada de todas las cosas que íbamos a necesitar durante el viaje, y nosotros también cargados de ilusión y ganas de pasarlo bien. "Zarpamos" a media mañana, con la intención de parar a comer en Cantabría. Aprovechamos una área de descanso junto a un arroyo, muy tranquila, con un día muy soleaado, y disfrutamos mucho del picnic improvisado.




Después, vuelta a la carretera dirección a la Playa de Mioño. Por cierto, una playa perfecta para pernoctar. Primero un buen baño, después una gran hamburguesa en el chiringuito de la playa y, por último, un descanso merecido en nuestra fantástica furgo. Era la primera vez que dormíamos en la furgoneta y no pudo ser en mejor sitio; tranquilo, con vistas a la playa, al mar, y con el susurro de las olas que no te impedían dormir sino todo lo contrario, te relajaban. 






Segundo día de viaje y entrada ya en el País Vasco. En Bilbao comienza realmente nuestro viaje, nos dirigimos al norte para recorrer toda la costa de Vizcaya y disfrutar de sus hermosas playas y pueblos marineros. Parada en la playa "surfera" de Sopelana, para estirar las piernas, y nueva parada en Armintxa para tomar un vermut en el puerto.




Poco a poco vamos avanzando por carreteras costeras llenas de curvas, subidas y bajadas. De pronto, al fondo del horizonte, comenzamos a vislumbrar San Juan de Gaztelugache, ahora famoso a nivel mundial (a partir de la serie de Juego de Tronos), pero que desde siempre es una visita obligada en Vizcaya. Lamentablemente, debido al COVID-19, para visitarla es necesario reservar por internet. Queda pendiente su visita, para otra vez será.




Vamos dejando atrás preciosos pueblos, algunos pequeños atravesados por carreteras comarcales, como Ea, donde paramos a tomar un café, y otros más grandes (Bermeo, Lekeitio, Ondarroa), todos ellos muy típicos. Pasamos ganas de detenernos en todos ellos pero tenemos pocos días, así que seguro que habrá que volver en otra ocasión con más calma. La ruta merece más días y una forma de viaje "slow" que permita conocer más a fondo todo lo que esta preciosa tierra ofrece. 

Queremos pasar la segunda noche en un campíng, para bañarnos tranquilamente en la piscina, enchufar la furgo y cargar baterías, y también para relajarnos sin más. Acertamos con el camping de Itxaspe. Baño prometido en la piscina, cena agradable y relax total. Ya tenemos las pilas cargadas para continuar el viaje.




Amanece un nuevo día, lluvioso por cierto, y de vuelta a la carretera. Ahora con destino Zarautz, donde paramos para estirar las piernas (paseo por el centro y por la playa) y renovar fuerzas (que también hay que comer). Y partimos de Zarautz con destino San Sebastián, a donde queremos llegar continuando la ruta costera, pero parando antes en el Monte Igueldo, donde hay un pequeño y antiguo Parque de Atracciones que merece una visita, por supuesto. Pero, sin lugar a duda, lo mejor son las vistas sobre la ciudad de San Sebastián. Absolutamente espectaculares, y eso que no nos tocó un día totalmente despejado. Una vez aquí no podíamos dejar de subir en algunas de las atracciones como la Montaña Rusa o la Casa del Terror. No es que sean muy espectaculares pero lo que las hace especiales son precisamente la belleza del lugar.




Después de visitar el Monte Igueldo emprendemos de nuevo la marcha y vamos descendiendo poco a poco hacia la ciudad de San Sebastián.




Hacemos una paradita y paseamos sin prisa por la Playa de La Concha. Sin duda, otra cosa que nos queda pendiente, volver otra vez a esta hermosa ciudad para disfrutarla como se merece, durante varios días.




Como el objetivo del viaje es hacer un recorrido de la costa, abandonamos la ciudad de San Sebastián en dirección a Jaizkibel. A los aficionados al automovilisamo les sonará este pueblo, ya que aquí se lleva celebrando durante muchísimos años la Subida a Jaizquibel, puntuable para el Campeonato de Europa. Metro a metro, la Volskwagen va ascendiendo y ganado altura para finalizar la subida en lo alto del Monte Jaizquibel.  Las vistas son espectaculares a lo largo de todo el trayecto.




Continúa el viaje por una carretera estrecha y sinuosa, para alcanzar la cima del Monte Jaizkibel desde donde ya se divisa la frontera con Francia. Abajo, a lo lejos, distinguimos Hondarribia a este lado del Río BidasoaHendaya al otro lado del río.




Cenamos aquí arriba, en el Monte Jaizquibel, un lugar perfecto también para pernoctar. Y el viaje ya se acerca, poco a poco, a su fin. Mañana por la mañana tenemos previsto desayunar en  Hondarribia. A partir de ese momento vamos a separar nuestros caminos, Timo y los niños continuarán viaje hacia Italia (Pescara), y yo emprenderé el camino de regreso hacia Asturias.




Este viaje ha sido sólo una primera toma de contacto con el mundo camper. Pero creo que el "virus furgonetero" ya nos ha infectado a todos. Sabíamos que nos iba a encantar, así que este viaje sólo lo ha confirmado... Quedan muchísimos kilómetros por recorrer y muchísimas buenas experiencias por vivir junto MARIA CANDELARIA ROCIO JIMENEZ.




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